D.O. TIERRA DE CADIZ
Barbadillo, que embotella esencias gaditanas desde hace casi 200 años, fue el primero en comercializar la famosa Manzanilla, y después el vino Castillo de San Diego, hace más de 45 años. El éxito de Barbadillo es el resultado de una cadena de casualidades y de un trabajo profundamente arraigado en Cádiz. Elaborado inicialmente como vino a granel, se decidió embotellarlo y llamarlo "El Castillo", en referencia al castillo situado justo enfrente de la bodega principal. Misión imposible, pues todos los nombres que hacían referencia a los castillos ya estaban cogidos. Se decidió etiquetarlo como "El Castillo San Diego", pero pronto la gente empezó a llamarlo Vin Barbadillo, en referencia a su anciano propietario de entonces.